Se dice que los antibióticos son
dirigidos contra las bacterias nocivas en el organismo,
destruyendo sus paredes celulares y impidiendo su reproducción.
Echando un vistazo de cerca se ve que in nuestro organismo viven mil
millones de microorganismos y forman un ecosistema llamado
microbioma
(o microbiota). Esto engloba:
- en la boca: aproximadamente
8000 especies de bacterias en la lengua, 7000 en la saliva, 4000
en la garganta, 14000 en las bolsas gingivales, aproximadamente 1
000 000 000 (= 109) organismos en un mililitro de
saliva
- en el estomago: 128 diferentes
tipos de bacterias en la mucosa de la pared gástrica como
Helicobacter pylori que puede causar ulceras así como combatir los
patógenos
- en los intestinos:
aproximadamente 1 000 000 000 000 (= 1012) organismos
en un mililitro del contenido del intestino, contiene más que 1000
diferentes cepas bacterianas, toda la flora intestinal pesa más
que 1,5 kilo, nos ayuda digerir y es esencial para nuestro sistema
inmunitario
- en las zonas húmedas del
cuerpo: no mínimo 2000 tipos de bacterias - ¡mismo los pulmones de
las personas saludables no son asépticos u estériles!
- en los 2 m2 de
nuestra piel: varios 1 000 000 000 (109) de microbios
- solo 20% de estas bacterias
pueden ser cultivadas y estudiadas fuera del cuerpo
- 99% de la composición genética
de todas las células de nuestro cuerpo no es humana
- 90% de todas las células de
nuestro cuerpo son microorganismos vivos como bacterias, hongos,
virus y organismos unicelulares
La proporción entre los microorganismos “buenos” y “malos” es de 4 a 1
en sujetos sanos, es decir, 20% del microbioma es potencialmente
nocivo y mantenido bajo control por los microorganismos útiles. Si por
una razón cualquier hay una infección es necesario preguntarse
sobre el porqué. Con certeza no debido a una bacteria “mala” más
porque las condicionas han cambiadas y nuestro sistema inmunitario ha
sido temporalmente comprometido. En vez de administrar preventivamente
antibióticos fuertes que perjudican los simbiontes microbianos, se
debería comprender lo que y porqué algo cambió, para después actuar de
manera apropiada. Como solo una pequeña parte de los microorganismos
puede ser cultivada fuera de su hábitat, aparte del hecho de que esto
dura en el mínimo dos semanas, y los procesos vitales solo pueden se
pasar en el ecosistema microbiologico, se recomienda considerar el
cuerpo vivo de manera pragmática como una caja negra y concentrarse en
las respuesta de salida, que son las reacciones de la energía vital.
Aquí, el método EAV, que es el
objeto
de investigaciones, ofrece un enfoque práctico, los diferentes
aspectos de la
energía
del cuerpo entero pueden ser analizados. Se puede constatar
donde algo ha cambiado y determinar inmediatamente tras el inicio del
tratamiento como
recuperar
el equilibrio del organismo: Un restablecimiento sustentable del
microbioma es posible con
- alimentos naturales y prebióticos,
- probióticos (productos con microorganismos vivos con efectos
beneficiosos sobre la salud) y
- plantas antibióticas (=
tamponadas naturalmente) y, cuando no se es completamente seguro
se el desequilibrio fue causado por bacterias, también
- plantas antivirales y antifúngicas.
El impacto de tratamientos en este hábitat microbiológico puede ser
bien
evaluado
con la EAV.